martes, 25 de noviembre de 2014

Vuelta a la esencia




"¡Grandes y admirables son tus obras, Señor, Dios todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los pueblos!

Con esta sencilla y, a la vez, contundente afirmación detendré hoy mis pasos que, caminan sin tregua por el trasiego del día a día. Como ciervo que apacienta en el collado, todo mi pensamiento girará en torno a esta bella afirmación: "Grandes y admirables son tus obras Señor"
La belleza de la Creación es uno de los más certeros símbolos de la perfecta divinidad. Dios se deja reflejar en medio de ella. Dejémonos enamorar, dejémonos sorprender por la presencia admirable de Dios a través de sus múltiples manifestaciones. 
El origen, la esencia, la naturaleza en estado puro... cuando más lo necesitamos volvemos a ella.


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